Para conseguir un correcto control químico en el agua de caldera debemos vigilar básicamente tres parámetros:
Estos tres parámetros pueden medirse de forma continua con la instrumentación propia de la caldera, o de forma discontinua realizando análisis periódicos, si el sistema no dispone de la instrumentación pertinente. Pero además de estos parámetros, hay que conocer las concentraciones de los productos dosificados (que veremos en el apartado siguiente), sílice cloro, y metales, como sodio, potasio, hierro o cobre.
Como ejemplo, podemos ver en la siguiente tabla el conjunto de análisis químicos que se realizan en una caldera de recuperación. Se indica la periodicidad, el rango admisible, la unidad de medida y el parámetro que se mide. Este cuadro debe entenderse tan sólo como un ejemplo, aunque representativo de una instalación estándar. Los requisitos concretos dependen de las condiciones de trabajo (presión, temperatura), tipo de caldera (pirotubular, acuotubular, un solo paso o vaporización directa), del uso (vapor para turbina, vapor a proceso). Los parámetros que se indican están referidos a una instalación con turbina de vapor como consumidor principal y que emplea presiones menores de 40 bar.
Visto todo lo anterior, podemos definir los siguientes objetivos en el tratamiento químico del ciclo agua vapor: